1.- ¿de donde nace hoy día una radical intolerancia hacia el otro?
Desde hace meses hemos transitado de la descalificación de la ideas, de la enemistad cívica radical a la insoportabilidad del otro. Como pasamos de la desconfianza y de la destitución de las ideas de los demás a fortalecer nuestras propias convicciones en el recurso de la agresión verbal hasta incluso la violencia?
El acuerdo por una expansión fiscal de 12 mil millones de dólares, así como el 10% del traspaso de los fondos AFP , la integración del sistema se salud público privado por el Covid. Por qué no se traducen en nuevos espacio de diálogo y de encuentro?
2- la alerta del «simplismo»
El «simplismo» como signo de decadencia cultural y política ha sido reclamado por diversos intelectuales ( Peña, Warken, etc) como una inclinación a saltar los problemas reales de la población en búsqueda de retornos inmediatos que carecerían de consistencia para una política que aspire al bien común.
Simplismo o populismo, cultura del atajo que hacen recordar los tiempos en que para algún político «el problema de la UF se resolvía en 5 minutos»; por otro lado, el abuso de las funas, las amenazas dirigidas cada vez más abiertamente al que no piensa como tú, e incluso ciertos actos de «anarco terrorismo», están mostrando que la teoría del simplismo no es suficiente para entender una cultura política q busca destronar al otro para afirmarse a sí misma.
Puede una democracia convivir con crecientes espacios beligerante en qué se amenace constantemente el orden público y el bien común?
3.- La «buena tierra» v/s el simplismo.
La «buena tierra» de Pearl Buck vuelve como promesa en tiempos de sequía cultural. Cómo transformar la oligarquía cultural y política -se pregunta un destacado político-para responder a las necesidades de los más vulnerables sin clientilizarlos?
Imposible no conmoverse con el testimonio de quien parte de la conciencia de la «buena tierra heredada», recibida de otros, incluso en las circunstancias más contradictorias como dos ex reclusas que saliendo de la cárcel deciden ir a vivir juntas para evitar volver a los espacios contaminados que las han hecho delinquir.
Entonces a qué lugar pertenecen ellas, el populismo y nosotros?
La «buena tierra» es el antídoto contra el poder y hacia cualquier status quo.
Es en la sencillez del reconocimiento de los vínculos de un pueblo y de quien ha sembrado en nosotros que se pueda vencer esta inclinación al deprecio de las ideas del otro, que se pueda afrontar con energía está intolerancia radical hacia el otro.
Si la buena tierra se ha erosionado totalmente no queda más que la amargura, la ideología y la violencia.
La «buena tierra» para estas dos ex reclusas está en ese nuevo inicio, con su poesía y su rudeza, como un oasis que espera ser descubierto para dilatarse a través de su libertad: han decidido vivir juntas, empezar una nueva casa pidiendo todo lo q no tienen a sus amigos de estos años…superando la desconfianza más radical que es no pedir, y generando nuevos vínculos, creando otro contexto y desafiando tb los sueños de otros que las vieron crecer.
La fuerza de los nuevos vínculos entre los más pobres así como entre el personal médico y sus enfermos ante el COVID – otra forma de pobreza- está generando una nueva tierra que no vemos…pero está ahí.